El Mundo Amarillo es el primer libro publicado por Espinosa, un guionista, actor y ahora escritor catalán con una gran sensibilidad y una habilidad para simpatizar con aquellos que lo leen. Es un libro sencillo que no pretende hacer parte del género de “libros de autoayuda”… Estos libros que venden el secreto para lograr la felicidad, para retener el amor, para lograr la perfección o hacerse rico.
El Mundo Amarillo Empieza con una lista de “23 descubrimientos” donde cuenta un poco sus anécdotas y lo aprendió durante su niñez que se vio obstaculizada por el cáncer. La manera de relatar sus vivencias deja siempre enseñanzas muy positivas dejando atrás el estereotipo de libros descriptivos de enfermedades terminales donde se siente malestar y repulsión al leerlas. Cada uno de sus descubrimientos deja una moraleja de vida y nos prepara para afrontar la muerte, ya que sin más preámbulos nos indica que la muerte es parte de la vida y como tal se debe también aprender a aceptar.
Uno de sus mensajes que más me marcó fue el hecho de entender que “toda pérdida conlleva a una ganancia”. Perder a un amigo, a un ser querido, a un perro, a un familiar no es más que un proceso de vida y como tal se debe asumir. Él por ejemplo perdió su pierna a los quince años. Se la amputaron porque el cáncer lo estaba carcomiendo en esa zona del cuerpo. Para afrontarlo con dignidad le hizo una gran fiesta de despedida a su pierna. Invitó a sus amigos que habían tenido contacto con ella, como una chica con la que hizo piececillos bajo la mesa, un amigo a quien le hizo unos cuantos goles jugando al fútbol. Pocas horas antes de la operación y amputación realizó su último baile de despedida con una enfermera. Fue un momento que me cautivó durante la lectura.
El mundo amarillo es su mundo de sentimientos descrito como un estadio más avanzado a la amistad y el amor. Los pertenecientes al mundo amarillo son aquellas personas con las que tropezamos en nuestras vidas y nos marcan por uno u otro motivo. Estos seres especiales los compara con algunos de sus compañeros de cuarto en el hospital con los que compartía dolores, tristezas, felicidades e incluso la muerte. A todos estos seres la vida les había condicionado con una fecha de caducidad cercana así que durante su estancia en el hospital, el autor vio y vivió la muerte de casi todos sus compañeros de cuarto. Estas experiencias de vida son el origen de la ternura y pureza para escribir.
El libro no tiene mucho valor como literatura (es mi humilde forma de verlo), pero ¿quién quiere aburrirse con un libro complicado de leer lleno de metáforas existencialistas sin sentido para llegar a la conclusión de que todos al fin y al cabo moriremos? No hay que ponerle mayor misterio…
Esta obra de arte, que es la vida de Albert Espinosa nos deja un buen mensaje a aquellos quienes gozamos de buena salud y a aquellos que están a punto de enfrentarse a este momento final de la vida. Es un buen libro para entretenerse en la playa. No es recomendable leerlo en un avión si se tiene miedo a volar porque la conclusión del libro se perderá entre los nervios del despegue y el aterrizaje.
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